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Hinojales está enclavado en el noreste de la Provincia de Huelva, en la comarca del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, limitando ya Vista de Hinojales con pueblos extremeños, siendo uno de los más alejados de la capital onubense, a unos 140 km.
Presenta una topografía accidentada propia de Sierra Morena, destacando las bandas de sierras y Cerros con alturas que oscilan entre los 400 y los 850 metros al norte y la Serranía de Hinojales y el valle de la Ribera al sur. Entre ambas zonas existe una franja llana intermedia donde se ubica el pueblo, y otra formada por bajos cabezos hasta llegar al amplio valle ribereño.
En las zonas próximas al núcleo urbano surge un conjunto verde de pequeñas huertas y en el resto predominan las dehesas en las que la vegetación natural la constituyen básicamente el encinar, el olivar y un rico y característico matorral mediterráneo.
Por Hinojales han pasado multitud de pueblos y civilizaciones que han dejado marcada su impronta en el carácter, las tradiciones y costumbres en esta villa. Los primeros datos de los que tenemos constancia es un enterramiento de la edad del bronce en las inmediaciones del núcleo urbano, hoy poco estudiado y expoliado. Posteriormente del paso de los visigodos nos queda una lápida paleocristiana del 568 d.C. situada hoy en la ermita de la Tórtola. También se han sufrido invasiones de los pueblos celtas de los que se cree quedó un importante testimonio: La Danza de Ntra- Sra. de la Tórtola.
Presenta una topografía accidentada propia de Sierra Morena, destacando las bandas de sierras y Cerros con alturas que oscilan entre los 400 y los 850 metros al norte y la Serranía de Hinojales y el valle de la Ribera al sur. Entre ambas zonas existe una franja llana intermedia donde se ubica el pueblo, y otra formada por bajos cabezos hasta llegar al amplio valle ribereño.
En las zonas próximas al núcleo urbano surge un conjunto verde de pequeñas huertas y en el resto predominan las dehesas en las que la vegetación natural la constituyen básicamente el encinar, el olivar y un rico y característico matorral mediterráneo.
Por Hinojales han pasado multitud de pueblos y civilizaciones que han dejado marcada su impronta en el carácter, las tradiciones y costumbres en esta villa. Los primeros datos de los que tenemos constancia es un enterramiento de la edad del bronce en las inmediaciones del núcleo urbano, hoy poco estudiado y expoliado. Posteriormente del paso de los visigodos nos queda una lápida paleocristiana del 568 d.C. situada hoy en la ermita de la Tórtola. También se han sufrido invasiones de los pueblos celtas de los que se cree quedó un importante testimonio: La Danza de Ntra- Sra. de la Tórtola.
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